La ruta de Washington Irving
Esta ruta recorre los pasos que en 1829 siguió el escritor romántico y diplomático norteamericano Washington Irving, fascinado por la riqueza y el exotismo de la civilización hispano-musulmana. Una arteria de comunicaciones establecida muchos siglos antes, que, en la Baja Edad Media, sirvió de vía comercial entre el sur peninsular cristiano y el reino nazarí de Granada. Ruta que, como otras, tuvo un marcado carácter fronterizo. De tregua en tregua, salían para Granada desde las campiñas sevillanas productos agrícolas y ganado, que se trocaban por especias, colorantes, paños y sedas.
En sus etapas, el itinerario atraviesa tierras cargadas de una extraordinaria riqueza paisajística y monumental, parajes, pueblos y ciudades repletas de evocaciones históricas, legendarias y literarias. El trayecto une las capitales de las dos Andalucías tradicionales, la Baja y la Alta; dos llanuras, la Campiña y la Vega, separadas por un sugerente viaje accidentado. El camino oscila entre Sevilla y Granada, las dos estaciones obligadas del tour romántico que desde los albores del siglo XIX proyectó la imagen de Andalucía en Europa, atrayendo una multitud de artistas, escritores, curiosos y todo tipo de viajeros. En las páginas que siguen se invita al paseante a revivir experiencias y a gozar de un clima, de una naturaleza y de unas ciudades excepcionales, en las que, además de su patrimonio artístico, palpita la acogedora hospitalidad y el abierto carácter de las gentes.
Desde Sevilla, la ruta serpentea por tierras de la campiña y alcanza Alcalá de Guadaíra, que se tiende al amparo de una robusta fortaleza andalusí. De aquí, sube hasta la monumental Carmona, un conjunto artístico de sorprendente solidez, acercándose luego a Marchena y Écija, llenas de torres, iglesias y palacios rebosantes de obras de arte. La prodigiosa riqueza monumental de la campiña sevillana se prolonga en la villa ducal de Osuna y en la vecina Estepa.
Después de la Roda de Andalucía, se cruza el límite con tierras malagueñas, en las que se admira la laguna salada de Fuente de Piedra. Humilladero y Mollina, términos de vinos y antigüedades, acompañan el camino hasta Antequera, nudo geográfico de la región, embellecida por una alcazaba, templos y palacios del barroco más depurado y las fantásticas formaciones pétreas del Torcal. Más adelante, Archidona, guardando el paso a la provincia de Granada.
Encajada en las montañas se dispone Loja, flanqueada por las tierras altas de Moraleda de Zafayona y Alhama de Granada. Al otro lado de Loja discurren las poblaciones de la última frontera nazarí: Montefrío e Íllora.
En medio de bosques y cultivos se suceden a continuación Fuente Vaqueros, Chauchina y Santa Fe, símbolos de las conquistas de los Reyes Católicos y antesala de la meta de la ruta, Granada, mito romántico de la España musulmana y final (o principio) de esta maravillosa ruta que cruza a través del espectacular esplendor andaluz.
Fuentes: Las Rutas de El legado Andalusí y Turismo Andalucía.