Descubriendo la Cerámica de Fajalauza
Descubriendo Tradición e historía
El sol brilla creando unos tonos dorados y calienta mi piel haciendo que el bello se me erice. Subo una pequeña cuesta de las callejuelas del Albaicín, disfruto del paisaje, de sus calles empedradas y de sus casitas blancas, escucho la alegría y el reír de un niño, sin duda este lugar tiene un encanto especial. De repente algo me llama atención, mi mirada se detiene en unos preciosos tonos azules y verdes. ¿Qué será ? Me acerco, descubro unas lozas nazaríes que adornan la fachada de una casa, intrigada por este objeto pregunto por él a un señor de avanzada edad que me cuentan que es la Cerámica de Fajalauza, original del Albaicín con una tradición alfarera que se remonta al año 1517.
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Un Poco de historía
La cerámica de Fajalauza recibe este nombre debido a la fabrica que construyeron los Morales al lado de la Puerta de Fajalauza, Una de las fabricas más importantes de la zona que se llamaría “Fábrica Fajalauza” y por extensión pasaría a llamarse así tota la cerámica Granadina. Tiene su origen con la conquista del reino nazarí de Granada, lo cual supuso un gran cambió en la vida de la gente y por supuesto en la cerámica.
Poco a poco está fue evolucionado adaptándose a las formas cristianas, aunque fue un cambio lento sobre todo en Granada ya que los artesanos eran moriscos. Esto hizo que la cerámica granadina evolucionase independientemente de las corrientes renacentista y barrocas y convirtiéndose en algo único y diferente.
Al principio se caracterizaba por su espontaneidad, sencillez y pinceladas gruesas, intensos tonos azules (Uno de los más caros ) y verdes, motivos vegetales que lo adornaban. Tomaba las formas de vajillas de uso doméstico, fuentes, platos decorativos, azulejos e incluso placas de calle y estelas funerarias.
Más tarde evolucionó a una decoración más recargada, se utilizó el azul cobalto y aparecieron nuevas formas y nuevos motivos florares, arquitectónicos, la fruta de la granada, escudos y como no podía faltar los pájaros (animal que destaca en la cerámica española) y también tico de la cerámica mudéjar.
Una decoración que hace de esta cerámica algo muy especial, pintada por maestros artesanos que se alejaba de lo habitual y que se guiaban por la tradición y la inspiración.
No es de extrañar que tanto extranjeros como granadinos decoren su hogar con estos bellos objetos, llevándose un pedacito de historia a su casas.